IA en ciberseguridad: innovación con 20 años de historia

Desde sistemas predictivos hasta más recientemente con la proliferación de asistentes virtuales basados en IAs generativas como ChatGPT, asistentes virtuales hasta plataformas generativas como ChatGPT, la inteligencia artificial se ha convertido en un tema central en múltiples sectores, y en el de la ciberseguridad no es una excepción. Pese a su popularización del uso de la IA debido en gran parte, precisamente, a la irrupción de la IA generativa, en este campo, lleva más de 20 años siendo utilizada como una herramienta adicional y clave en la gestión proactiva de amenazas y eficiencia operativa. En este campo, la IA juega un papel clave en la protección de la información sensible de las empresas, facilitando la gestión proactiva de amenazas y la eficiencia operativa. No obstante, contrariamente a lo que podría pensarse, la IA en ciberseguridad lleva más de 20 años en desarrollo.
De la protección proactiva al modelo Zero Trust Application Service
Los sistemas de seguridad tradicionales dependían de análisis manuales y reactivos para detectar amenazas, lo que resultaba ineficiente, lento y poco escalable frente al creciente volumen de malware. En 2004, WatchGuard fue pionero en integrar la IA en los sistemas de protección, permitiendo detectar amenazas antes de que llegaran, en lugar de esperar a que los ataques fueran identificados de forma manual. En este contexto, la IA permitió automatizar la detección de amenazas haciendo mucho más eficiente y proactiva la seguridad de los endpoints.
La ciberseguridad tradicionalmente se interpretaba como un “perímetro”, protegiendo las redes corporativas desde dentro hacia afuera. Sin embargo, con el paso de los años, este perímetro se ha diluido. Los dispositivos de los usuarios se han convertido en la primera línea de defensa, y es ahí donde en WatchGuard hemos adaptado la IA, para perfeccionar sus capacidades y aprovecharla en la protección de nuestros clientes.
Uno de los grandes hitos en este sentido fue la introducción del Zero Trust Application Service en 2015. Esta solución, en lugar de limitarse a prevenir la ejecución de malware conocido, permite únicamente la ejecución de aplicaciones confiables mediante el uso de IA para validar de forma automática qué aplicaciones y procesos son seguros. Esta herramienta, basada en el enfoque Zero Trust, sigue siendo una estrategia de protección referente, ya que cierra las puertas al malware conocido y desconocido, lo que marca una evolución crucial frente al enfoque tradicional de seguridad.
La IA como columna vertebral de la seguridad en el endpoint
Con el 90% de los ciberataques y el 70% de las brechas de datos originándose en dispositivos, la protección de los endpoints es una prioridad para cualquier organización. Sin embargo, muchas soluciones de seguridad tradicionales carecen de la visibilidad necesaria para detectar aplicaciones que puedan contener amenazas o para identificar comportamientos sospechosos de los usuarios y dispositivos.
La IA ha sido clave para reducir los tiempos de respuesta y automatizar la detección de amenazas, una ventaja crucial ante la creciente complejidad de los ataques. En WatchGuard, la IA no solo ha automatizado la clasificación de amenazas, sino que también ayuda a identificar anomalías que puedan indicar un ataque en curso. De esa forma, los administradores de seguridad pueden enfocarse en los casos más críticos, sin perder tiempo en alertas falsas o de baja prioridad.
Por otra parte, el machine learning ha sido una incorporación clave para reforzar la detección de amenazas. En WatchGuard, empleamos esta tecnología para abordar puntos críticos al mejorar la eficiencia operativa, ofreciendo una detección más ágil y precisa. Esto no solo disminuye el riesgo de pérdidas económicas, sino que también simplifica la gestión de alertas en tiempo real, reduciendo su complejidad.
La IA no es magia, sino ciencia aplicada
Aunque la fascinación reciente con esta tecnología la pinte como algo casi mágico, la realidad es diferente. La IA es, en esencia, una herramienta a nuestro servicio para ganar eficiencia en muchos y muy variados contextos. El de la ciberseguridad es uno de ellos. IA es, en esencia, una herramienta que ha sido perfeccionada con el tiempo mediante modelos de machine learning diseñados para adaptarse a contextos específicos.
A lo largo de estos 20 años, en WatchGuard, al aplicar la inteligencia artificial hemos conseguido hacer realidad ideas innovadoras tan disruptivas como la inteligencia colectiva, convirtiéndose así en un potente aliado en la resolución de problemas reales de ciberseguridad. Lo que comenzó como un extra innovador ahora es un pilar indispensable de la seguridad moderna. logrado que la IA no solo complemente otras tecnologías, como la inteligencia colectiva, sino que también se convierta en una herramienta clave para resolver problemas reales de ciberseguridad. Así, lo que comenzó como un extra innovador ahora es un pilar indispensable de la seguridad moderna.
Si bien la visibilidad de la IA ha crecido de forma exponencial durante el último año, en WatchGuard sabemos que la verdadera innovación radica en cómo esta tecnología puede hacer las operaciones más eficientes, reducir los tiempos de respuesta y, en última instancia, proteger uno de los activos más valiosos de las empresas: su información.