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Cómo reforzar la ciberseguridad en el sector de la salud

No cabe duda de que hoy en día la tecnología se ha vuelto fundamental para los sectores sanitario y farmacéutico. Los avances en dispositivos médicos, el uso de los datos y los sistemas interconectados han mejorado de forma significativa la atención a los pacientes, reducido costes y aumentado la eficiencia. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, esta dependencia tecnológica ha elevado el riesgo de sufrir ciberataques. Un ataque informático a un hospital puede tener graves consecuencias, ya que puede propagarse a toda la red y afectar a proveedores sanitarios, socios de investigación farmacéutica, fabricantes y pacientes.

En 2023, el 60% de las organizaciones sanitarias fueron víctimas de ataques de ransomware, según un reciente estudio. Si bien esta cifra es ligeramente menor que la de años anteriores, parece que durante el año pasado los ataques han sido más dañinos, consiguiendo afectar a un mayor número de personas. Al menos así lo indicaba en una entrevista John Riggi, asesor nacional de ciberseguridad de la American Hospital Association. 

Para garantizar la seguridad de las redes en el ámbito de la atención sanitaria es necesario implementar un enfoque integral en ciberseguridad. En este sentido, resulta crucial contar con una visibilidad completa de la red, implementando herramientas de monitorización continua que permitan identificar de manera inmediata las irregularidades o amenazas potenciales.

3 ventajas de utilizar un cortafuegos para proteger las redes del sector sanitario 

El cortafuegos funciona como la primera barrera digital de protección que se sitúa entre la información valiosa de la red, como la información de salud protegida (PHI), y las ciberamenazas. Esta barrera virtual bloquea el acceso a los datos de entidades desconocidas, todo ello basado en las configuraciones establecidas. De esta forma, asegura un flujo de datos seguro, regulando la entrada y salida de información en la red. Además de esta función clave, el cortafuegos tiene beneficios importantes para la ciberseguridad de hospitales y centros sanitarios: 

  • Garantiza el cumplimiento normativo: 

    Los cortafuegos son fundamentales para el cumplimiento de algunas normativas como la HIPAA (Health Insurance Portability and Accountability Act). Sin embargo, es importante tener en cuenta su adecuada configuración para que sea realmente efectivo. Así, es necesario crear reglas detalladas que permitan solo el tráfico de datos necesario desde direcciones de red autorizadas. Las reglas de "permiso" amplias deben evitarse, ya que pueden permitir el acceso no autorizado a los datos PHI.

  • Protege los dispositivos médicos: 

    Debido al auge de los dispositivos de Internet de las Cosas Médicas (IoMT), numerosos dispositivos médicos están ahora interconectados, facilitando la monitorización en tiempo real y el intercambio de datos sin inconvenientes. Sin embargo, este nuevo escenario plantea importantes riesgos de seguridad. Es posible contrarrestarlos con un cortafuegos, hay que puede segmentar la red, creando subredes independientes y controlando el tráfico entre ellas. Esto reduce la posibilidad de que amenazas potenciales se propaguen, ya que un compromiso en una parte específica de la red no necesariamente afectará a la totalidad de la misma. Esta capacidad, combinada con políticas de control de acceso bien ejecutadas y una monitorización activa del tráfico, brinda un mayor control sobre la red, manteniéndola de manera más segura. 

  • Mejora el rendimiento de la red: 

    Además de reforzar la seguridad, los cortafuegos optimizan el rendimiento de la red. Mediante la gestión del flujo de tráfico, pueden evitar el consumo innecesario de ancho de banda, asegurando el correcto funcionamiento de las aplicaciones médicas críticas. Esto contribuye a optimizar la eficiencia global de la red al disminuir la latencia y mejorar los tiempos de respuesta.

La ciberseguridad debe ser una prioridad para las instituciones sanitarias y el uso de un cortafuegos es fundamental para proteger sus redes. El sistema sanitario con sede en Shreveport, Allegiance Health Management (AHMGT), tiene una visión clara sobre esto y, por ello, ha implementado los dispositivos Firebox de WatchGuardpara gestionar el tráfico de red no deseado con mayor eficacia en sus hospitales. 

Sin embargo, es cierto que en ocasiones los equipos responsables de la seguridad de estas organizaciones no cuentan con los conocimientos o el personal necesarios para atender todas las necesidades cibernéticas. Contar con la ayuda de un MSP puede ser beneficioso para prestar apoyo en este sentido. 

Si quieres conocer más sobre cómo proteger la ciberseguridad de los centros sanitarios, visita el siguiente contenido de nuestro blog: La sanidad se reinventa en la nube y queda expuesta a ciberataques. ¿Cómo prevenirlos?

 

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