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Automatización e IA en ciberseguridad, un ahorro de 2,22 millones de dólares

Actualmente, el coste promedio a nivel mundial de una filtración de datos en 2024 alcanzaba los 4.88 millones de dólares. Un aumento del 10% respecto al año anterior, marcando a su vez, el valor más alto registrado hasta la fecha. 

Estos datos, pertenecientes al Cost of Data Breach Report 2024, muestran además que las empresas que implementaron inteligencia artificial y automatización en sus estrategias lograron un ahorro de media de 2.22 millones de dólares en comparación con aquellas que no lo hicieron. 

La IA y la automatización además de optimizar la carga operativa de los equipos de seguridad, también permiten una respuesta más rápida, eficaz y controlada ante incidentes. Esto resulta especialmente relevante en un contexto marcado por el endurecimiento de las regulaciones, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa, que exige una sólida protección de datos personales y contempla sanciones severas en caso de incumplimiento, y la creciente escasez de talento especializado. 

Muchas empresas no cuentan con los recursos necesarios para abordar esta problemática, donde incluso según este estudio, el 40% de las filtraciones se producen en datos almacenados en múltiples entornos. Por esta razón, contar con un proveedor de servicios gestionados (MSP) ayuda a las compañías a abordarlo de manera estratégica al integrar ya esta tecnología y obteniendo beneficios como: 

1. Optimización de la carga operativa

Si bien puede generar cierta resistencia en los equipos, especialmente por el temor a la automatización de tareas críticas, lo cierto es que una IA bien definida puede automatizar procesos repetitivos como el análisis de alertas, la clasificación de incidentes y la respuesta ante ellos. Esto permite que sean los equipos quienes se centren en tareas de mayor complejidad, liberando el volumen de trabajo de los profesionales. 

Además, la IA mejora la detección de amenazas al analizar patrones de comportamiento, permitiendo una respuesta más rápida y precisa. Esto es clave, ya que las vulneraciones de datos personales a clientes son del 46%, según el estudio.

2. Respuesta rápida y controlada ante incidentes

Para una respuesta rápida y controlada, la detección de amenazas con IA permite descubrir ataques que eluden las defensas perimetrales, como el ransomware y los ataques basados en vulnerabilidad.

De acuerdo con el Cost of Data Breach Report 2024 de IBM, 292 son los días que tardaron en identificarse y contenerse las vulneraciones que implicaban el robo de credenciales. La IA facilita el suministro de información clave en tiempo real, permitiendo tomar decisiones de manera más precisa. Al integrar estos procesos automáticos, las organizaciones refuerzan su estrategia de ciberseguridad, garantizando una respuesta ágil y ajustada a los desafíos cambiantes del entorno digital

3. Reducción del impacto financiero

En el corto plazo se puede pensar que el verdadero ahorro radica únicamente en evitar los ataques, cuando en realidad, reside también en minimizar sus consecuencias financieras y garantizar la continuidad del negocio, protegiendo tanto a clientes como a proveedores. 

La inteligencia artificial y la automatización, al actuar de manera rápida y eficiente frente a ciberataques, contribuyen significativamente a reducir estos impactos. Minimizan los daños inmediatos, como la pérdida de datos o la interrupción prolongada de la actividad operativa y costes posteriores, como la restauración de sistemas comprometidos, la implementación de nuevas medidas de seguridad o incluso las indemnizaciones derivadas de filtraciones con las sanciones regulatorias. 

4. La mitigación del impacto reputacional

La reputación empresarial es un activo intangible, valioso y frágil que puede desmoronarse tras un ciberataque. Especialmente cuando los datos y el acceso de los clientes se ven comprometidos. Para enfrentar esta realidad, resulta fundamental contar con tecnologías que dispongan de un enfoque estratégico en la protección de los datos, lo que refuerza tanto la confianza de los clientes como la propia solidez de la organización frente amenazas.

Además, si bien las organizaciones avanzan rápidamente con la IA, según el informe, solo el 24% de estas iniciativas con IA están protegidas. La falta de seguridad amenaza con exponer los datos y los modelos de datos a vulneraciones, lo que podría afectar a los beneficios que los proyectos de IA buscan aportar a la protección empresarial.

Al apostar por inteligencia artificial y automatización, las compañías protegen su presente y garantizan un futuro más sólido y seguro. Adoptar una estrategia en ciberseguridad no es una cuestión de lujo, es una necesidad. Los líderes en seguridad tienen la responsabilidad de anticiparse a los riesgos y responder con eficacia, mitigando el impacto financiero, operativo y reputacional de los ciberataques. Por ello, apoyarse en un partner de confianza es una estrategia clave para la continuidad del negocio, que preserva la confianza de clientes y socios.