El modelo Zero-Trust, adopción y mantenimiento en entornos corporativos: un punto de inflexión
La transformación digital se ha acelerado en los últimos dos años y la arquitectura zero-trust ha ayudado a que las empresas pudieran invertir en tecnologías más avanzadas sin sufrir el riesgo de ciberataques avanzados.
De acuerdo con la encuesta Pulse de WatchGuard a 100 ejecutivos de IT y de seguridad, la arquitectura zero-trust estimula la transformación digital en la que se encuentran inmersas las compañías, como afirma 6 de cada 10 encuestados (59%). Además, 3 de cada 4 empresas están implementando este modelo con el objetivo de incorporar entornos de trabajo híbridos (77%), y para controlar el acceso a los endpoints y a los datos (72%).
Esta implementación del zero-trust incentiva la automatización de los procesos en seguridad (80%), y también un cambio de mentalidad dentro de los grupos de trabajos en torno a la prevención de riesgos (70%), según apunta el estudio. De esta forma, las empresas se convierten en organizaciones más resilientes.
Así, esta arquitectura se encuentra en un punto de inflexión. Durante este año, se espera que el 48% de los líderes implemente este enfoque de seguridad desde el propio departamento IT en la compañía, ya que sus equipos disponen de la experiencia necesaria para esta labor.
Zero- Trust: las principales barreras en la empresa
A pesar de los beneficios existen importantes barreras para la incorporación del zero-trust en las compañías: el 45% de las empresas está implementando el zero-trust pero sufren retrasos y desafíos debido a la magnitud del proyecto y a la falta de experiencia por parte del equipo.
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Por otro lado, la administración y monitorización de la arquitectura (75%), la creación y mantenimiento de políticas de zero-trust (62%), la monitorización continua que requiere el “always verify” como pilar de este enfoque (53%) y el acceso a los datos en situaciones que puedan suponer un riesgo para la compañía (53%) son también dificultades a la hora ya no solo de su implementación, sino también de su mantenimiento en el tiempo.
Aquellas empresas que incorporen adecuadamente y mantengan en toda su estructura una estrategia zero-trust lograrán convertirse en compañías más seguras y podrán centrarse en su propuesta de valor para el negocio. Por tanto, contar con soluciones únicas de esta arquitectura hará que sus equipos de IT dispongan de la tecnología necesaria para verificar el acceso a los endpoints en tiempo real, realizar un control de daños en caso de producirse una brecha de seguridad, y de automatizar la recogida y respuesta del contexto que requiere esta arquitectura, entre otras ventajas.
De esta forma, las empresas tendrán un ecosistema robusto, capaz de enfrentarse a este nuevo entorno en donde los ciberataques son cada vez más avanzados y difíciles de detectar.
